Ir al contenido principal

La Respiration

Voy a escribirla para ver si, así la dejo de recordar; Por que no logro borrarla de mi realidad.

Se queda en mi, en mis corneas, en mis poros abiertos, pero en ella no hay  nada.

Atravesada en mí garganta, ella está, se refleja en mis ojos: sú voz,

Dejame un hueco entre tús costillas para respirar, dejame, que en me quiero clavar.

Me pasa que, ella , me sucede, y me sucede a menúdo.

Quiero fumarme su respiración, para ver si así, me puedo dormir, enterrarme entre sabanas, un rato nada más, para no soñarla, me sabe el quererla y el no quererla.  


La traígo en mi piel y no quiero soltarla, me contengo en fibras que no existen, es apenas cierta para sí misma y siempre incierta  para mi, y la tengo en mí espejo y aún así, siento que no la encuentro, pero siempre me encuentró a mí, es la niebla sobre mi lengua y la fumo.
Me río para olvidar

Me río, por saberla lejos, por que harto la quiero y jamas la se.


Andrea Qg. Todos los derechos reservados. 2012

Comentarios

Entradas populares de este blog

La idea de ti.

Repetida y repentinamente me dedicaba a pensar en ti, lo hacía con cariño, a veces hasta religiosamente. Y yo no sé, no sé sí soy yo o es la idea de ti. La idea de ti, esa que incluye la calidez de tu abrazo, lo terso de tu piel y más de una docena de virtudes que enunciar. La idea de ti, la de antes, la que eras, la que pensaba. La que pensaba que eras. La que eres. No es reproche, es la idea de ti. La misma que sospecho, la que conozco a medias la que descubro cada que cruza mi puerta. La misma idea de ti, la misma con la que mis besos desesperan, los mismos besos que me saben a medias. La que descubro que no es idea, sino mujer. La mujer que sigo descifrando.

Náufragos

Hay mucho que no entiendo, no entiendo la mitad de lo que me quieres decir, quizás ni una cuarta parte. A veces palabras, jamás intensiones. Mucho de tu lenguaje indecible, inentendible. Las palabras y las intenciones siempre colgando bajo tu lengua. Se van juntando todas como una presa retiene el agua guardas tus palabras, hasta que son tantas, tantas que no saben dónde estar ni a dónde ir, entonces salen como borbotones y te ahogas en ellas y nos ahogas en ellas.  Entonces intento nadar lejos de ti, doy brazadas hasta que siento cómo el músculo se me desgarra. Es ahi cuando volteó a verte y das patadas y te ahogas, das patadas y te ahogas. Nunca se acaba la sensación de Inés-tabilidad. Cada día es un loop interminable, inagotable, todos los días te ahogas un poquito más y no hay salvavidas que te salve. Ni tú mismo te puedes salvar. Hay días en los que la marea es baja, hasta que sube y ya nadie la puede parar. Nadie sabe. Y no sé, de repente se me ocurre que ya todos...

Agua y Arena

El roce con el dorso de tu mano es eléctrico, centellas que atraviesan mi médula. Horas que en lugar de extenderse se comprimen cómo la arena y el agua juntas. Agua y arena que se mezclan y se separan, cómo tú y cómo yo. Con frecuencia me cuestiono que hago yo, en un lugar cómo este, tú eres el lugar. Admito que hasta la fecha no consigo una respuesta, o tal vez sí, tal vez no. Ninguna con la que me encuentre satisfecha. También me pregunto que quieres de mi, seguramente ni tú misma lo sabes, tanto que no sabes lo que quieres para ti. Trago saliva rápidamente y mis dedos, ansiosos, bailan sobre el teclado. Me reservo mis pensamientos y suspiro. Es tarde, despejo mi cama y mi mente. Eres dilema de otro insomnio y sin duda de otra noche.