Ir al contenido principal

Náufragos

Hay mucho que no entiendo, no entiendo la mitad de lo que me quieres decir, quizás ni una cuarta parte. A veces palabras, jamás intensiones.

Mucho de tu lenguaje indecible, inentendible. Las palabras y las intenciones siempre colgando bajo tu lengua. Se van juntando todas como una presa retiene el agua guardas tus palabras, hasta que son tantas, tantas que no saben dónde estar ni a dónde ir, entonces salen como borbotones y te ahogas en ellas y nos ahogas en ellas. 

Entonces intento nadar lejos de ti, doy brazadas hasta que siento cómo el músculo se me desgarra. Es ahi cuando volteó a verte y das patadas y te ahogas, das patadas y te ahogas. Nunca se acaba la sensación de Inés-tabilidad.

Cada día es un loop interminable, inagotable, todos los días te ahogas un poquito más y no hay salvavidas que te salve. Ni tú mismo te puedes salvar.

Hay días en los que la marea es baja, hasta que sube y ya nadie la puede parar. Nadie sabe. Y no sé, de repente se me ocurre que ya todos somos náufragos, pero nadie nos avisó. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

La idea de ti.

Repetida y repentinamente me dedicaba a pensar en ti, lo hacía con cariño, a veces hasta religiosamente. Y yo no sé, no sé sí soy yo o es la idea de ti. La idea de ti, esa que incluye la calidez de tu abrazo, lo terso de tu piel y más de una docena de virtudes que enunciar. La idea de ti, la de antes, la que eras, la que pensaba. La que pensaba que eras. La que eres. No es reproche, es la idea de ti. La misma que sospecho, la que conozco a medias la que descubro cada que cruza mi puerta. La misma idea de ti, la misma con la que mis besos desesperan, los mismos besos que me saben a medias. La que descubro que no es idea, sino mujer. La mujer que sigo descifrando.

Sombras, Siluetas, Silencio, Sutil, Sonido, Siempre.

Eres las horas que pesan en mi espalda, el silencio que tritura mi cuello, el que hay despues de todo, la sombra que persigo tras la ventana, que sigo hasta el umbral de luz. Misterio detras tuyo, detras de la luz que se clava en tu sonrisa, frente a tu mirada, con ese horizonte perdido que me ocultas, en el que te pierdo la pista, en el que me aviento a buscarte, como esa música de fondo que se pierde en el bullicio, siempre despues de todo, siempre detrás de todo,te vislumbro como una sombra, esa silueta indefinida en mis fotografías, como la huella dactilar del negativo, siempre capturada, siempre en mi positivo, huella que dejas. El azabache de tu cabello, la distancia de tus ojos, siempre definitivos, tu risa que se enreda en mis venas, el tiempo que me asfixia, mis ojos de papel, tu sonrisa de cartón. Andrea Quiroga

Esquivo.

Tu cuerpo que guía mi mirada hacia parajes desconocidos. Sabores que aún no son concebidos Notas altas que entre susurros ansías evocan. Caderas que seguramente encajan en las mías. Y que hago sino desearte. ¿Qué hago? Te pienso en horas y en otras esquivo tu mirada. Huyo de ti, de tu pensamiento. Huyo por no saberme capaz de saberte Huyo por no saberme capaz de alejarme después. Huyo, porqué no hay nada más.