Recuerdo ser menor, mucho menor y el cómo mis padres intentaban mostrarme el mundo, me explícaban el qué y por qué de las cosas. Y naturalmente hay algo de encanto en aprender y descubrir algo nuevo. ¿Por qué? No lo sé, quizás porqué simplemente es nuevo y novedoso a primera vista. Lo hicieron con tanto empeño y dedicación, que ahora yo misma me descubro intentando hacer lo mismo por cuenta propia conmigo misma. Tantos conocimientos acumulados durante más de una veintena de años parecieran no ser suficientes. Ahora cada objeto que encuentro o poseo pertenece a un lugar, clasificado por función, material y color, tema, numeración, tamaño e incluso año. Me descubro nuevamente clasificando todo, una y otra vez. Intentando entender lo que me rodea, en la medida de lo posible, tanto cómo mi nivel semiológico me lo permita. Mi obsesión o mi manía por entender no se que, no sé para que, ni por qué, se transformó y me descubrí haciendo imagenes. Formatos rectangulares dónde el or...
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